miércoles, 20 de mayo de 2009

Hombres de Maíz


Así empieza la hermosa novela literaria del escritor que nos dio el primer nóbel a la región centroamericana, me refiero a Miguel Angel Asturias de nacionalidad guatemalteca y el título de su monumental obra hace mención a los hombres y sus familias que sufrieron la descomunal guerra interna en su país de 1960-1996.

-El Gaspar Ilóm deja que a la tierra de Ilóm le roben el sueño de los ojos
-El Gaspar Ilóm deja que a la tierra de Ilóm le boten los párpados con hacha…
-El Gaspar Ilóm deja que a la tierra de Ilóm le chamusquen la ramazón de las pestañas con las quemas que ponen la luna color de hormiga vieja…


Hoy 13 años después de haber firmado los acuerdos de paz, el país presenta serios problemas con su estado de derecho especialmente con la resolución de problemas ligados a la justicia y principalmente crímenes, el 80% no son resueltos de acuerdo a estadísticas oficiales. El reciente asesinato del abogado Rodrigo Rosenberg que investigaba actos de corrupción de la familia Colom en el poder ha puesto en jaque su presidencia y polarizado el país.

Guatemala fue el último de los países centroamericanos en firmar los acuerdos de paz de los 90´s y su guerra civil fue cruenta y prolongada. En 1954 los EEUU cometen uno de sus mayores errores en las intervenciones en golpes militares que han apoyado a través de la CIA o directamente en la región latinoamericana, como lo fue el golpe al militar democráticamente electo Jacobo Arbenz Guzmán. Este en un país de grandes desigualdades económicas a través de una reforma agraria(Ley 900) deseaba despojar de tierras en el Atlántico a la tristemente célebre United Fruit Company(UFCO) que funcionaba como un estado dentro de otro estado.

Sin embargo el gobierno del presidente Eisenhower contaba con dos funcionarios, John F. Dulles, secretario de Estado y Allen Dulles, Director de la CIA, hermanos los dos que eran accionistas, Ambos se negaron a esta medida y presionaron a Arbenz para que desistiera de esta medida. Desde luego el presidente se opuso y en el marco de la Guerra Fría los hermanos Dulles con la ayuda de un embajador que parecía más un procónsul, John Peurifoy crearon un golpe militar incitando al miedo y en una población mayoritariamente analfabeta donde se le acusaba al gobierno de comunista y ateo.

El Gobierno de Eisenhower instala al oscuro militar, Castillo Armas, empieza una gran represión a organizaciones laborales y de izquierda, estas se radicalizan y optan por la vía armada y empieza el trágico conflicto armado en 1960. Este último solo dura tres años en el poder, muere asesinado lo sucederán gobiernos militares y sucesivos golpes castrenses y la toma del poder del ejército del estado nacional guatemalteco hasta 1996.

Human Rights Watch estima que en el conflicto armado perecieron 250,000 personas, sin contar desaparecidos y mutilados. La etapa más sangrienta del conflicto fue durante la administración del gral Efraín Ríos Montt que coincidió con la toma y quema de la embajada de España en 1980 donde murió un número importante de indígenas entre ellos el padre de la posterior premio nóbel de la paz Rigoberto Menchú que reclamaban justicia por crímenes cometidos por el ejército en sus aldeas. Además en el gobierno de este militar evangélico su política de contrainsurgencia ¨tierra arrasada¨contribuyo a arrasar pueblos enteros de campesinos o Hombres de Maíz acusados de colaborar con la Guerrilla URNG.

Menuda tarea para este país que eligió por primera vez a un socialdemócrata como lo es el actual presidente Alvaro Colom y en el meollo del actual conflicto. Tendrá que actuar con mucha cautela en un país donde el ejército no respeta la división de poderes y que su población está cansada y harta de la impunidad.

Federico Vargas LeivaMBA

1 comentario:

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Es muy complejo lo que ha vivido en las últimas semanas Guatemala. Una crisis sin precedentes en la joven democracia y como bien apuntas esa impunidad es una de las cosas más peligrosa para cualquier democracia en el mundo.

Un país donde la mayoría de su población es indígena, excluida muchas veces de los servicios más básicos, donde las oportunidades son cada día más difíciles y no hay ese inserción de esa gran masa de pobladores autóctonos al desarrollo cívico, económico y social, donde el ejercicio de la ciudadanía es escaso y a veces simplemente no existe.

Tantos muertos en una guerra de tantos años y esa sociedad sigue viviendo momentos difíciles y que pueden llevar a una verdadera crisis, ya no solo democrática sino la propia estabilidad de la paz en esa nación.

La impunidad es hija del desencanto democrático y la verdad es que se debe hacer justicia.

Como dice el poeta ojala no les roben los sueños, los ojos y el hacha solo sirva para labrar y cortar madera.
Saludos