viernes, 31 de julio de 2009

Adiós Muchachos¡




¨Fue el mejor de los tiempos, fue el peor de los tiempos, , fue tiempo de sabiduría, fue tiempo de locura, fue una época de fe, fue una época de incredulidad, fue una temporada de fulgor, fue una temporada de tinieblas, fue la primera de la esperanza, fue el invierno de la desesperación¨.

Charles Dickens

Con este párrafo hermoso del escritor inglés Dickens de su obra Historia de Dos Ciudades, termina la introducción del hermoso libro del exvicepresidente sandinista, Sergio Ramírez, cuyo título es la cabecera de este ensayo sobre la revolución que enamoró y creo esperanzas al sufrido pueblo nicaragüense y a la desigual Latinoamérica a finales de los años 70´s.

Nicaragua, tierra de lagos y volcanes, el país más grande de Centroamérica territorialmente, la cuna del poeta más grande que ha dado esta región, Ruben Darío.

El 19 de julio de 1979, hace 30 años ya, entraba una marejada de muchachos desordenadamente en carros de combate y cualquier medio de transporte posible y con fusil al hombre a la capital Managua en señal de triunfo.

En la madrugada de este día el dictador Anastasio Somoza Debayle había abandonado el país junto a los féretros de su padre y hermano también anteriores jefes de estado de esta oprobiosa dinastía y dictadura.

Nicaragua centro de disputas desde mediados del siglo XIX, por parte de las potencias colonialistas por su posición estratégica en el istmo, su hermosa tierra fue centro de disputas por la posibilidad de construcción de un canal interoceánico.

Primero los ingleses con su protectorado en la costa caribeña de la Mosquitia y posteriormente los estadounidenses con sus deseos de construcción del canal intervinieron principalmente este último en los avatares políticos de la nación del cacique Nicarao.

En 1934 los norteamericanos y su presidente el demócrata Franklin D. Roosevelt colocan como jefe del ejército a un vendedor de carros exitoso de la ciudad de Nueva York y con muy buen inglés¨¨ el patriarca de la dinastía, Anastasio Somoza García. La infame frase ¨este dictador es un hijodep…., pero es nuestro¨se aplican a ambos actores.

Somoza asesina al primer líder de movimientos guerrilleros latinoamericano Augusto César Sandino que se oponía a la presencia de marines y la presencia de intereses norteamericanos en el país, después de una cena en la casa del presidente Sacasa donde se había hecho un acuerdo de paz.

Por largos 43 años esta nefasta dinastía familiar se mantendrá en el poder, persiguiendo a sus principales opositores y asesinándolos como el caso también del periodista Pedro Joaquín Chamorro asesinado en 1978 en una de las calles de la capital. Los Somoza llegaron a controlar las principales tierras arables de este país y con intereses económicos fuertes en la industria y agricultura. La famosa frase ¨la única finca que tengo yo es Nicaragua¨se le debe al patriarca también de la dinastía que hizo esa contestación a periodistas cuando formulaban preguntas sobre la corrupción .

A los sandinistas triunfadores de la revuelta popular según Ramírez Mercado se le reconoce éxitos iniciales como la reducción del analfabetismo de un 50% a un 18% con la famosa cruzada de alfabetización y la entrega de las tierras en manos de la familia Somoza a cooperativas de campesinos agrícolas.

Posterior a la revolución el país se embarca en una guerra civil larga y costosa donde la oposición era financiada por la administración Reagan y que dejará 50,000 muertos dejando a la nación postrada en su desarrollo en sus posteriores generaciones.

Otros escritores como la novelista y poetisa, Gioconda Belli consideran que el aporte más importante de la revolución fue la entrega pacífica del poder en las elecciones de 1990, algo inédito en la historia política de ese país. ¨Nuestra nueva victoria sería dar a Nicaragua, por primera vez en toda su historia, la oportunidad de que la transmisión del mando entre dos partidos contendientes se hiciera en paz, sin guerras¨ afirma Belli en su obra novelística El país bajo mi piel.

Los sandinistas al mando de su líder Daniel Ortega Saavedra volvieron a retomar el poder después de perder 3 elecciones y después de dos sucesivos gobiernos liberales y hoy son acusados de haber ejercido fraude en las reciéntes elecciones municipales. Por otro lado Ortega quiere reformar la constitución para reelegirse en forma consecutiva en el poder, atrayendo los viejos fantasmas de las dinastías y el caudillismo.


Y la nación es considerada una de las más pobres de Latinoamérica junto a Haití, Bolivia y Honduras y con más bajo índice de desarrollo humano.

MBA Federico Vargas Leiva

2 comentarios:

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Yo de niño me recuerdo como se hablaba de Nicaragua, que era el granero de América Central, bajo la dictadura de los Somoza. Hoy es un país desbastado por la miseria, como casi un 70% de desempleo, algo inimaginable.

Estas revoluciones como que le quedan debiendo demasiado a los más de 50 mil muertos, que pusieron su sangre y abonaron la tierra de Sandino.

Yo me pregunto, vale la pena estar en la Nicaragua de hoy, es la democracia suficiente para llevar a nuestros pueblos al desarrollo humano, cívico y democrático, por la senda del desarrollo.

Ya vimos que la democracia liberal ha excluido a las masas desposeídas de sus naciones, sacrificando su prosperidad por éxitos económicos, haciendo a las sociedades peligrosamente radicalizadas entre ricos y pobres.

Pero estas revoluciones de carácter socialista, como que terminan de destruir todo el aparato productivo, creando gigantescos focos de miseria, y en este caso la gran finca llamada Nicaragua, ya no puede ni dar de comer a sus hijos, y miles de miles emigran a Costa Rica y otras lados, en busca de mejores oportunidades, que ya la tierra de Sandino y del gran poeta Darío, no les puede dar.

Nuestros pueblos se merecen todo eso, me pregunto yo.
Saludos

fede dijo...

Roy:

De acuerdo la democracia liberal no está dando respuestas adecuadas, antes de la subida de Ortega al poder, hubo 3 presidentes electos y dos de tendencias liberales que no ayudaron a mejorar las condiciones de los pobres de Nicaragua.